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Murcia, tierra de vino desde hace milenios

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Con motivo del Día Mundial del Enoturismo, la Región de Murcia reivindica su papel como uno de los territorios históricos del vino en el Mediterráneo occidental. Su tradición vitivinícola, su clima privilegiado y la personalidad de sus vinos configuran una oferta turística diferenciada y en crecimiento.

El cultivo de la vid en la Región de Murcia se remonta a milenios atrás. Diversas culturas mediterráneas (desde fenicios y griegos hasta íberos y romanos) promovieron la expansión del viñedo desde Oriente hacia Occidente. Fueron los romanos quienes normalizaron su consumo cotidiano y lo integraron en los distintos estratos sociales, con funciones que trascendían lo meramente alimenticio.

MONTE ARABÍ-25

Este legado sigue presente hoy, tanto en la cultura como en el paisaje. La viticultura murciana ha sabido adaptarse a su entorno, aprovechando un clima seco, soleado y con escasas precipitaciones, especialmente favorable para el desarrollo de variedades autóctonas resistentes, como la Monastrell. Esta uva representa cerca del 80% de la producción regional y se caracteriza por dar vinos ricos en alcohol, de acidez media-baja, muy pigmentados, estructurados y con taninos bien marcados.

Junto a la Monastrell, se cultivan también variedades tintas como Garnacha, Garnacha Tintorera, Cencibel y Cabernet Sauvignon, y blancas como Macabeo, Airén y Pedro Ximénez. Esta diversidad permite elaborar una gama amplia de vinos, desde jóvenes frutales hasta crianzas complejos, pasando por dulces naturales de gran elegancia.

Actualmente, la Región de Murcia cuenta con tres denominaciones de origen: Bullas, Jumilla y Yecla, que integran bodegas tradicionales y modernas, muchas de ellas abiertas al visitante. Puedes descargar aquí nuestra guía de enoturismo. Las rutas del vino asociadas a estas D.O. permiten descubrir no solo los vinos, sino también el patrimonio, la gastronomía local y el paisaje agrícola que define cada territorio.

 
Jumilla

Conocida por sus vinos robustos y expresivos, Jumilla combina tradición y vanguardia. Sus bodegas, muchas de ellas de diseño contemporáneo, ofrecen experiencias variadas: desde catas entre barricas hasta visitas a viñedos centenarios. La Monastrell alcanza aquí su máxima expresión, con vinos que han conquistado premios internacionales.

Yecla

Pequeña pero con una fuerte identidad, Yecla ha sabido reinventarse con una apuesta por la calidad y la sostenibilidad. Su ruta del vino es perfecta para escapadas de fin de semana que combinan vino, gastronomía, naturaleza y cultura.

Bullas

Enclavada en un entorno montañoso y fresco, Bullas ofrece vinos elegantes y sutiles, con matices florales y frutales. Además, su Museo del Vino y sus bodegas antiguas excavadas en piedra encantan a quienes buscan un viaje al pasado con la historia del vino.

Y por si fuera poco, fuera del marco de las denominaciones de origen, destaca la IGP Vino de la Tierra del Campo de Cartagena, con vinos influenciados por un clima mediterráneo aún más seco y con propuestas destacadas en la elaboración de vinos dulces.

El enoturismo en la Región de Murcia es un sector en expansión. Las bodegas organizan visitas guiadas, catas, talleres sensoriales, jornadas de vendimia o propuestas de maridaje con productos locales. Estas actividades permiten al visitante conocer de cerca el proceso de elaboración del vino, el trabajo en el viñedo y la singularidad del terroir murciano. Aquí te dejamos 17 bodegas para vivir esas experiencias rodeado de naturaleza

En definitiva, el Día Mundial del Enoturismo es una oportunidad para poner en valor el papel del vino como motor económico, como bien cultural y como experiencia turística diferenciadora. La Región de Murcia continúa fortaleciendo este eje con una oferta enoturística profesionalizada, accesible y en conexión con su identidad histórica y territorial.

Para más gastroexperiencias originales, descarga nuestra guía: 

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