El interior de la Región de Murcia está compuesto por destinos con encantos únicos que tienes que conocer, y esta Navidad puede ser el momento perfecto para ello. Naturaleza, actividades al aire libre, casas rurales, picnics… Suena bien, ¿verdad? ¡Allá van algunas recomendaciones!
- Caravaca de la Cruz: Además de ser la ciudad jubilar de la Región de Murcia, Caravaca tiene un encanto especial durante la Navidad. Sus calles se llenan de luz y ambiente festivo, convirtiéndose en un lugar ideal para pasear y disfrutar de sus tradiciones. Además, no te puedes perder Las Fuentes del Marqués, un espacio natural digno de una postal navideña, perfecto para un picnic en familia. Y, por supuesto, la magia de esta época se vive intensamente en su casco histórico, con actividades culturales y un ambiente que invita a volver año tras año. Consulta nuestro blog de Caravaca de la Cruz para descubrir más planes en la ciudad.
- Cehegín: Fue nombrado ‘Maravilla Rural de España’ en el año 2019 y su casco histórico parece sacado de un Belén. Perderse en sus calles y disfrutar de una comida en cualquiera de los restaurantes de su casco antiguo puede ser un bonito plan navideño. Y una vez en Cehegín, no podemos dejar de visitar la su Belén, que se montó por primera vez en la Navidad de 1983 y sigue presente de forma ininterrumpida hasta nuestros días. En la actualidad tiene una dimensión aproximada de 120 metros cuadrados, y cuenta con entorno a 600 figuras de distintos artesanos de la Región de Murcia. Se encuentra en Iglesia de la Magdalena, que también es denominada monumento nacional, de estilo renacentista.
- Blanca: Esta localidad se encuentra en pleno Valle de Ricote y a orillas del río Segura. Desde lo alto de su mirador, el Mirador del Alto de Bayna, se pueden ver el embalse de Azud y el Parque Botánico las Cuevas. Es considerado uno de los miradores más espectaculares de la península, y en Navidad, se ve a lo lejos el casco antiguo de Blanca iluminado, creando una imagen digna de postal.
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Jumilla: En Jumilla hay muchos motivos por los que brindar, y no solo por sus vinos. Esta ciudad del Altiplano combina historia, naturaleza y, por supuesto, una tradición vinícola que es conocida a nivel internacional. Su castillo, declarado Monumento Nacional, domina el paisaje desde lo alto de una colina y ofrece unas vistas espectaculares del entorno, especialmente mágicas en invierno.
Además, el casco antiguo de Jumilla es un tesoro por descubrir, con calles empedradas, plazas llenas de encanto y monumentos espectaculares. Durante la Navidad, la localidad se viste de gala, con decoraciones, mercadillos y actividades para toda la familia que añaden un toque especial a la experiencia.
Si te cuesta elegir, no te conformes y visita más de un destino. ¡El disfrute y la desconexión están asegurados!