El Cerro de la Fuente, en la pedanía de Archivel, Caravaca de la Cruz (Región de Murcia), es uno de los enclaves arqueológicos más relevantes de la comarca, con una historia que abarca desde el 3000 a.C. hasta aproximadamente el siglo IX d.C. Situado a una altitud de 998 metros, el cerro ofrece una impresionante vista del entorno natural que lo rodea, así como un legado cultural y arqueológico de gran valor. Se trata de un promontorio amesetado, donde el acceso resulta sencillo gracias a la senda que conduce a su cumbre, lo que hace que sea un atractivo tanto para los amantes de la arqueología como para quienes disfrutan del senderismo.
La riqueza histórica de este enclave radica, principalmente, en los restos del fuerte romano ubicado en su cima. Este fuerte, cuya construcción poligonal sigue los patrones defensivos típicos de la época, cuenta con murallas de mampostería y un bastión exterior que protege la entrada, la cual está flanqueada por dos robustas torres de muros de hasta 1,65 metros de espesor. Delante de esta entrada, un bastión sólido con dos torreones de planta poligonal y una superficie de 80 metros cuadrados refuerza el carácter defensivo del yacimiento. Estas características estructurales son testimonio del valor estratégico que tenía este emplazamiento para las comunidades romanas que habitaron la zona durante el período hispanorromano.
Sin embargo, la ocupación del Cerro de la Fuente no se limita al periodo romano. La historia de este lugar se remonta a miles de años antes. Durante las diversas campañas de excavación realizadas en los últimos años, se han encontrado vestigios de poblaciones de la Edad del Bronce, concretamente de la cultura argárica, que datan del tercer milenio a.C. Esta cultura, conocida por su avanzado desarrollo en la metalurgia y sus sistemas defensivos, dejó una huella significativa en la zona, evidenciada en los restos encontrados en el cerro.
El poblamiento en torno al Cerro de la Fuente no se detuvo con la desaparición de la cultura argárica ni con el abandono del fuerte romano, que se produjo tras las guerras entre Julio César y Pompeyo en el siglo I a.C. A lo largo de los siglos posteriores, el área siguió siendo un lugar de importancia, con la aparición de asentamientos rurales de época tardorromana y andalusí. Estos asentamientos, que continuaron el uso del cerro como punto defensivo y estratégico, se integran en la rica secuencia arqueológica documentada en Archivel, que incluye restos del calcolítico, la Edad del Bronce, la época ibérica, y finalmente, la ocupación romana.
El suministro de agua ha sido uno de los elementos que ha facilitado el asentamiento humano en Archivel y sus alrededores. La pedanía cuenta con dos importantes nacimientos de agua: La Muralla y Los Ojos. Estos manantiales, ubicados en las proximidades del Cerro de la Fuente, han asegurado la subsistencia de las poblaciones que habitaron la zona a lo largo de milenios. Esta disponibilidad de recursos hídricos permitió el florecimiento de las comunidades en las diversas épocas históricas, tal y como lo demuestran los restos arqueológicos encontrados en lugares como la Ermita de San Javier y Casa de las Ánimas, donde se han hallado importantes restos cerámicos de época romana.
A lo largo de los años, el Cerro de la Fuente ha sido objeto de numerosas campañas de excavación arqueológica y restauración, que han revelado y consolidado importantes estructuras, preparando el sitio para su futura puesta en valor como destino turístico. El lugar, además de su riqueza arqueológica, ofrece una vista panorámica de la comarca que lo rodea, haciendo de este un destino atractivo no solo por su valor histórico, sino también por su entorno natural.
En conclusión, el Cerro de la Fuente en Archivel es un testimonio de la rica y continuada ocupación humana en la Región de Murcia. Desde los primeros asentamientos de la Edad del Bronce hasta los restos romanos y tardorromanos, este yacimiento encapsula miles de años de historia. La facilidad de acceso a la cumbre, sumada a la belleza natural del lugar y a la importancia de los hallazgos arqueológicos, convierte al Cerro de la Fuente en un destino imprescindible para aquellos interesados en la historia y la arqueología de la Región.