El Castillo de Caravaca de la Cruz, situado a una altitud de unos 675 metros, es uno de los conjuntos monumentales más emblemáticos de la Región de Murcia. Este histórico recinto amurallado de origen islámico, ha sido testigo de múltiples transformaciones a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un referente cultural, religioso y turístico.
Aunque su construcción inicial se remonta a la época musulmana, tras la revuelta mudéjar de 1264-1266, el castillo fue donado por el rey Alfonso X a la Orden del Temple, siendo la única encomienda de esta orden en el Reino de Murcia. Bajo su administración dependían también otros municipios próximos como Cehegín. Posteriormente, con la desaparición de los templarios en el siglo XIV, pasó a manos de la Orden de Santiago, que mantuvo su custodia y amplió su uso.
El castillo actual alberga el Santuario de la Santísima y Vera Cruz, construido en el siglo XVII. Este templo, que se erige en el corazón del recinto, destaca por su planta en forma de cruz latina y una imponente fachada barroca del siglo XVIII, realizada con mármoles extraídos de la Región. La mezcla de estilos renacentista y barroco le otorga un carácter único que lo distingue de una manera muy particular.
La muralla, reforzada con quince torreones de diferentes tamaños y formas, conserva elementos originales de la fortaleza medieval. Uno de los aspectos más curiosos del conjunto es el espigón saliente, conocido como “canapé”, que fue incorporado durante la Guerra de la Independencia contra los franceses, sacrificando dos torres originales.
El castillo fue utilizado con fines militares durante la Guerra de Sucesión y la Guerra de la Independencia, pero la construcción del santuario en el siglo XVII aseguró la conservación de gran parte de su estructura. En 1944, todo el complejo fue declarado Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional, reconociendo su relevancia histórica y arquitectónica.
En el interior del castillo se encuentra la Basílica-Santuario de la Santísima y Vera Cruz, lugar de peregrinación para miles de fieles. Este templo alberga la Vera Cruz de Caravaca, reliquia de gran valor devocional y cultural. Además, en su interior se puede visitar el Museo de la Vera Cruz, que ofrece una visión profunda de la historia y significado de este espacio sagrado.
El diseño de la basílica incluye un triforio que recorre las naves laterales y arcos abocinados que conectan con el crucero, creando un efecto visual que realza la majestuosidad del presbiterio.
La Oficina de Turismo de Caravaca de la Cruz organiza diversas actividades para descubrir la riqueza histórica y cultural del castillo. Entre las opciones destacan las visitas guiadas, que incluyen recorridos especializados en historia, patrimonio, fiestas y gastronomía. En ciertas fechas también es posible disfrutar de visitas nocturnas teatralizadas, que ofrecen una experiencia diferente.
Para consultar horarios y disponibilidades de las visitas, puedes contactar con los siguientes números:
Descubre el castillo de Caravaca y vive una experiencia inolvidable en este lugar cargado de historia, arte y devoción.